Miami, 12 de julio de 2025.


La senadora María Fernanda Cabal lanzó una contundente advertencia bajo el hashtag #ColombiaSinPasaporte, revelando el inminente colapso del sistema de expedición de pasaportes a partir del próximo 1° de septiembre. Y aunque las autoridades intentan maquillar la crisis como una “transición técnica”, lo que se avecina es un caos administrativo con graves consecuencias para millones de colombianos —especialmente los que residen en el exterior—. 

En documentos,  quedó en evidencia que ni la Cancillería ni la Imprenta Nacional tienen la infraestructura ni el personal necesario para garantizar la producción y entrega de pasaportes. El gobierno insiste en desmentir las fallas mientras los ciudadanos ya sufren las consecuencias con citas canceladas, filas interminables y un sistema de agendamiento colapsado.

“Esta chambonada monumental, que dejará a millones de colombianos sin pasaporte, debe tener consecuencias. Esto no es un error: es negligencia estatal”, sentenció Cabal, responsabilizando a exfuncionarios y a la actual canciller, cuya designación carece de experiencia diplomática.

Para los colombianos en el exterior, la falta de pasaportes puede convertirse en una pesadilla: ciudadanos imposibilitados de viajar, renovar estatus migratorios, acceder a trámites consulares o incluso retornar al país. En países como EE. UU., España o Chile —donde la diáspora colombiana es significativa—, esto amenaza con afectar empleos, estudios y la estabilidad de familias enteras.

Y mientras la Cancillería ensaya excusas sobre acuerdos inexistentes con Portugal y procesos de “fortalecimiento” de la Imprenta Nacional, los colombianos se preguntan: ¿quién responderá por este daño?

Desde el exterior, exigimos no solo soluciones inmediatas sino también responsabilidades políticas. La ciudadanía, dentro y fuera del país, merece respeto y seriedad, no negligencia disfrazada de transición.

 

 

 

 

 

 

es_ESEspañol